Para poder comentar el estado de la igualdad de género en el sector de la energía es necesario echar una mirada a la situación de las mujeres en el resto de los campos tecnológicos. Si bien a día de hoy podemos afirmar que los porcentajes de mujeres que cursan o se gradúan en grados universitarios son incluso mayores que los de los hombres (54%), tristemente también podemos afirmar que todavía en 2020 nos queda una asignatura pendiente… las ciencias (especialmente ingenierías), en donde la representación de las mujeres alcanza tan solo un 12%. Las carreras tecnológicas e incluso las titulaciones en formación profesional en dicho campo siguen aumentando la brecha entre géneros, a pesar de los múltiples esfuerzos que se hacen desde algunas asociaciones e incluso de este día, 11 de febrero en el que celebramos el día de la mujer y la niña en las ciencias.
Pero entonces, ¿por qué sigue habiendo tan pocas mujeres científicas e ingenieras? Ya en 2010 la Asociación Americana de Mujeres Universitarias (AAUW) sacó a la luz el estudio Why so few? Women in Science, Technology, engineering and Mathematics en donde apuntaba ciertas razones estructurales que todavía a día de hoy deberíamos trabajar por solventar. Ponía el foco en barreras ambientales y sociales, entre las que incluía los estereotipos, el sesgo de género y el clima de trabajo en los departamentos de ciencia e ingeniería de colegios y universidades.
La amenaza de los estereotipos y el sesgo implícito
Surge en situaciones donde un estereotipo negativo es relevante a la hora de evaluar el desempeño. Una estudiante que realiza una prueba de matemáticas experimenta una carga cognitiva y emocional adicional de preocupación relacionada con el estereotipo de que las mujeres no son buenas para las matemáticas. Una referencia a este estereotipo, incluso uno tan sutil como hacer el examen rodeada de hombres, puede afectar negativamente el rendimiento en el examen.
Bien es cierto que hace tiempo que se alzan voces que quieren acabar con estos estereotipos en los que niñas y mujeres no son tan buenas como niños y hombres en el terreno de las ciencias. Pero incluso estas voces conscientes, pueden albergar en su interior una creencia estereotipada a un nivel inconsciente. Estas creencias inconscientes es a lo que se llama sesgo implícito y pueden llegar a ser más poderosas incluso que nuestras creencias y valores simplemente por el hecho de que no somos conscientes de ellas. Si bien, el sesgo de género manifiesto está disminuyendo, las investigaciones muestran que las creencias inconscientes que subyacen a los estereotipos negativos, continúan influyendo en nuestros comportamientos.
La falta de referentes femeninos
Resulta muy difícil tratar de imaginar nuestro propio futuro si no existen referentes en los que nos podamos fijar y que nos guíen en esa ilusión. Personas que con su ejemplo, nos hagan sacar lo mejor de nosotros mismos para encaminar nuestros pasos al campo en el que se movieron ellas mismas.
Se trata de una situación cotidiana a la que se enfrentan niñas y niños cuando se les pregunta qué quieren ser de mayores. Hagamos la prueba… Nombra en menos de 15 segundos 3 personas relevantes de la historia cuyas investigaciones y trabajos ayudaran a cambiar el mundo en el que vivían. Es fácil intentar buscar en nuestro cerebro nombres ilustres de inventores, ingenieros o científicos que descubrieron los mayores avances de la humanidad; sin embargo, resulta algo más complicado nombrar a 3 científicas mujeres reconocidas históricamente por su labor. Si bien hoy en día sabemos y podemos afirmar rotundamente que por supuesto existieron (y siguen existiendo) aunque tuvieran el acceso al conocimiento mucho más difícil que sus compañeros del sexo opuesto.
Mujer y energía
El sector energético en este sentido no dista demasiado de los demás sectores tecnológicos. Se trata de un mundo mayormente masculinizado en el que es muy difícil encontrarse a una instaladora o personal técnico femenino. De la misma manera que el techo de cristal queda patente y reflejado en la mayor parte de las empresas del sector; siendo casi imposible encontrar directivas o jefas entre estas empresas.
Sin embargo, será de la mano de la innovación la que aporte un rayo de esperanza al género femenino ya que será en los departamentos de I+D en donde podamos encontrar mayor representación femenina. De la misma manera que podemos encontrar mujeres en los puestos de dirección de las empresas más innovadoras del mundo en sus filiales españolas: Fuencisla Clemares en Google, Pilar López en Microsoft Ibérica, Irene Cano en Facebook o Marta Martinez en IBM España.
Las mujeres en EndeF
EndeF es una empresa tecnológica dirigida por una mujer, nuestra CEO y socia-fundadora Isabel Guedea, que desde su ámbito de actuación lucha cada día por romper estos estereotipos y acabar con los sesgos implícitos.
En esta empresa, el 36% de la plantilla son mujeres, de entre estas mujeres, el 27% son científicas doctoradas que trabajan en el ámbito de la ingeniería, porcentaje muy por encima de la media nacional (18%). Si quieres saber más sobre ellas, puedes acudir a la anterior entrada en donde os presentamos a nuestra plantilla de doctoras a la que damos la bienvenida a Adriana Coca, que recientemente se ha unido a nuestro equipo.
Adriana Coca
Ingeniera eléctrica con máster en Eficiencia energética y master en energías renovables es Doctora en Ingeniería – línea Eficiencia Energética desde junio 2019. Con amplia experiencia en instalaciones eléctricas de baja y media tensión así como en diseño y consultoría de instalaciones de climatización y energías renovables se postula como una gran experta en el sector. En septiembre de 2019 pasa formar parte del equipo de EndeF a caballo entre el departamento de I+D y oficina técnica.
Tanto Adriana, como cualquiera de nuestras ingenieras son un claro ejemplo de mujeres científicas que se han negado a cumplir estereotipos y han decidido apostar por su valía, esfuerzo y talento, dedicando su vida laboral al campo de las ciencias. Mujeres como ellas sirven de ejemplo a las niñas del siglo XXI y desde EndeF seguiremos esforzándonos en visibilizar los beneficios del trabajo por la igualdad entre las personas que conforman la plantilla de trabajadores.
